Cuarto aniversario: La Ciudad Olvidada 2.0 cumple cuatro años

Ha vuelto a pasar: otro año más y sigo manteniendo en pie este blog, dando la turra sin cesar en contra de todo sentido común. Este pequeño rincón personal sopla 4 velas tan inesperadas como siempre —todos los años pienso aquello de «este será el último»—. Y es que por mucho que me haya dado cuenta, a estas alturas, de que escribir semanalmente se ha convertido en un ejercicio terapéutico, no deja de maravillarme la disciplina que he adquirido para llevarlo a cabo. Por desgracia, esta ha sido la primera época en la que me he visto obligado, por razones personales, a fallar hasta en cuatro actualizaciones. Por lo demás, ha sido otra temporada de producción intensa que espero os haya aportado aunque solo sea un miligramo de lectura entretenida. Soy perfectamente consciente —lo digo también todos los años— de que la imposición de escribir semanalmente convierte este sitio en una compilación de calidad extremadamente irregular, aunque eso no impide que de vez en cuando logre concretar alguna cosa decente.

Este 2023-2024 ha estado marcado en España por el regreso de Perrete Sánchez, el hilarante timo de las encuestas demoscópicas privadas de los señores calvos y no sé qué de un catalán con pelazo que quiere volver al país para seguir siendo un facha racistoide de forma legal. Asuntos todos estos que nada tienen que ver con lo que hablamos en este blog, pero que siempre me gusta sacar a colación en estas entradas de aniversario para que no os olvidéis de qué pie cojeo. La política determina nuestras vidas, muchachas y muchachos. Aunque para política la descacharrante ausencia de la misma en las inocuas declaraciones de Geoff Keighley sobre el año horripilante que estamos atravesando. El mundo de los videojuegos, por desgracia, sigue teniendo alergia a ese anglicismo tan molón: unionize. ¿En 2025 será diferente?

Como ya adelanté en 2023, los temas y videojuegos sobre los que puedo hablar empiezan a agotarse, así que he tenido que recurrir más que nunca a reflexiones baratunas o entradas banales. Estoy especialmente orgulloso de algunas de ellas, aunque de otras siento un bochorno inenarrable. Quizá por mi propia circunstancia o porque sencillamente no me parecía el lugar indicado, no me he decidido a mirar al elefante en la habitación de los despidos masivos en la industria, a pesar de que ha sido un tema recurrente en muchos textos. Probablemente debería haberme lanzado, aunque como me pasa tan a menudo, estoy convencido de que hay mejores sitios y mejores personas para explicaros el porqué de esta situación tan jodidamente indignante. Aquí, supongo, solo vengo (¿venimos?) a pasarlo bien. Lo siento mucho.

¿Y cuáles son esos textos que me ponen los ojos como chiribitas? Enseguida los veréis. Por supuesto, vendrán acompañados poco después por una sana autocrítica que subraye las tres peores bazofias que he regurgitado sobre la pantalla. Así que nada, sin más dilación, he aquí lo mejor y lo peor de La Ciudad en esta temporada 2023-2024:

Las 3 mejores entradas del año:

Sobre lugares seguros y ruedas de hámster

Cuando terminé de revisar este texto me quedé desconcertado porque… ¡me gustaba mucho! No entendía cómo ni por qué, pero estaba relativamente orgulloso de él. Quizá ayudase el hecho de que es un tema que me fascina, una expresión de nuestro medio que tiene un sentido propio difícilmente trasladable a otras formas de expresión —aunque en este sentido derive en rasgos muy poco deseables—. El acto de rejugar es una manifestación videolúdica de la que no solemos hablar y que ha tenido una influencia enorme en todos los estratos de su producción.

El placer de jugar mal

Otra cuenta pendiente que necesitaba saldar. La génesis de este texto se remonta a mi infancia, cuando mi mejor amigo de entonces y yo nos inventábamos formas de jugar al Lemmings original. Se rata de un recuerdo que siempre me saca una sonrisa y que al que quería rendir un pequeño homenaje con algo de sustancia. Imponer nuestras reglas para hacer con el juego lo que nos salga del badajo es un arte muy noble que ha encontrado muchas formas de concretarse. No sé si un buen texto per se, pero desde luego es uno al que le he cogido carinyet.

Episodio de amnesia: una historia interactiva

El quinto número de Loop vino con una pequeñica sorpresa en forma de librillo interactivo, y para celebrarlo se me ocurrió hacer un homenaje en el blog con una entrada también interactiva. No es más que un «Elige tu propia aventura» chiquitajo y ridículo, aunque me lo pasé muy bien haciéndolo y metiéndole mil referencias absurdas (incluido un final secreto). Es una tontada pero me gustó el resultado. Y si además sirve para que os pique la curiosidad y le deis una oportunidad al brutalérrimo número de Loop sobre Futuros Posibles, mejor todavía.

Las 3 peores entradas del año

El whodunit según Roberta Williams

Este texto tuvo la mala suerte de ser gestado en un arranque impulsivo. Aprovechando que un viernes coincidió con el día de la mujer, pensé que sería buena idea improvisar un elogio a la eterna Roberta y a la que para mí es su mejor obra, The Colonel’s Bequest. Desafortunadamente tuve que escribirlo a contrarreloj y la cosa no salió como yo esperaba. No descarto reinterpretarlo para hacer algo un poquito más presentable en el futuro.

Top 9 de compañeros de Baldur’s Gate

¡Ah, Baldur’s Gate 3! El videojuego que secuestró nuestras cabezas el año pasado. Y con razón. Como fan viejuno de Larian, y tras haber dedicado un reportaje en Loop a su historia, sentí casi una necesidad patológica de escribir algo denso y sustancioso sobre su mayor exitazo. Por desgracia, pasé semanas dándole vueltas y sin lograr redactar algo que no diese vergüenza ajena. Al final, persuadido de que no podía decir nada relevante sobre él, me hice el graciosete y opté por lo banal. Probablemente el top más tonto e innecesario de este blog. Si no fuera por…

Top 10 Objetivo e incontestable de los mejores videojuegos de la historia

Si no fuera por este engendro que bien podría haber escrito tras pimplarme media botella de whisky. O tras beberme un carajillo en la barra de un bar. La entrada más cuñada que he escrito nunca y que ahí se va a quedar para recordarme que puedo llegar a ser muy subnormal e infantil cuando creo que que estoy siendo gracioso. Si algún día hago un top 10 de las peores entradas de La Ciudad, esta es una firme candidata para el primer puesto.

Mención honorífica:

Donna, Avenger of Blood: venganza, vampiros y revolución

No hay más motivo para que os recuerde la existencia de esta entrada que mi insistencia para que le deis una oportunidad a Donna, una aventura gráfica monumental con un toque artesanal que aún le da más carisma y personalidad de la que ya tiene de por sí (spoiler: a raudales). Nunca me cansaré de recomendarla.


Cierro este repaso autoindulgente y egotista con el renovado agradecimiento a todas las personas que a pesar de la cuestionable calidad de lo que escribo siguen entrando a chafardear o me ayudan dándoles movimiento y difusión en redes sociales. Mil millones de gracias de corazón. Aunque este sitio es un proyecto principalmente personal, siempre da calorcito en el coração recibir sanas dosis de casito. El año que viene, con suerte, será aún mejor.

La semana que viene, más.

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